El balance provisional es de 15 muertos, de los que 10 se produjeron en Carolina del Norte y los otros tres, en Carolina del Sur, entre las que se encuentra una mujer de 61 años que chocó su auto contra un árbol caído en la carretera.
Las ráfagas de viento y lluvia torrencial causaron daños importantes. Muchos caminos permanecen cortados por árboles y postes de la luz arrancados y por el agua acumulada.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) rebajó a Florence a depresión tropical el domingo por la mañana, aunque advirtió de que las «inundaciones repentinas y los desbordamientos de ríos continuarán afectando a una parte significativa» de Carolina del Norte y del Sur.
Las rachas de viento se redujeron a 56 km/h el domingo por la mañana, informó el NHC en su boletín de las 09:00 GMT. Las autoridades ahora están tratando de achicar el agua y ayudar a los habitantes atrapados por las inundaciones.